lunes, marzo 24, 2008

Morir y matar

¿Crees que esta vez es distinto y encontrarás las palabras? ¿Darás con esas palabras que nunca consigues encontrar? ¿Será el silencio otra vez el único sonido que acuda a tu mente? ¿Es esta la misma vez que todas aquellas que la precedieron...?

¿Cómo expresar el dolor que sientes? ¿Cómo escuchar a tu corazón, si grita sin control, lanzando sus puñales en todos los sentidos? ¿Cómo escucharlo si escucharlo significa morir? ¿Es la solución matarlo con el olvido, enterrarlo en el silencio?

¿Cómo perdonarte si has descubierto que morir y matar son la misma cosa? ¿Buscarás el perdón en Él, en Ella, o en Aquél? ¿Cómo podrás si el primero que no te da su perdón eres tú mismo? ¿Cree alguien realmente que no sé la carga que porto a mi espalda y sobre mi corazón?

¿Cómo ascender, y luchar, y vencer, si cada recuerdo es a la vez hiriente y cálido, si cada lugar hace renacer tu pasado, si las palabras mantienen ese significado especial, si un sonido es el sonido, si tu movimiento es el suyo, si la presencia más palpable es la ausencia?

La música ya no tiene las mismas notas, y las que tienen no puedes escucharlas. Las imágenes son ahora en blanco y negro. Cada recuerdo es una flecha que duele porque ya no se clavará más.

Y sin embargo, allí abajo, en el fondo de tu propio pozo, tenue, apenas perceptible, nada más que un breve amago, frágil y zarandeada por la brisa de lo cotidiano y de lo casual, titila una llama. Amenazada por la tiniebla, parpadea amenazando a lo oscuro, descubriendo con cada embite que una no tiene sentido sin la otra.

Leído por ahí...

1 comentario:

Anónimo dijo...

esa llamita, la de la vida, la de la esperanza, la del amor... en el fondo , aunqune duela y queramos silenciarla, matarla, no es posible ... renaceremos como el ave fenix de sus cenizas.
me gusta tu blog.
Un beso: amali