Acabo de leer en Error500 que Google ha decidido favorecer la calidad sobre la cantidad en sus anuncios, en mi opinión una buena estrategia a pesar de la crisis, bondad que viene avalada por su aplicación en (casi) todas las facetas de la vida. Sin embargo, un pensamiento me ha cruzado la mente de un lado a otro, y antes de que se pierda quiero dejarlo escrito.
Acabo de caer en la cuenta de que, dejando aparte los errores típicos de ratón, NUNCA he hecho clic en un anuncio de Google. Es más, creo que NUNCA he hecho clic en ningún anuncio de nadie. El otro día caí en la cuenta de que es verdad que Flickr tiene anuncios (¿alguien tiene el enlace de la noticia que hace referencia al estudio que lo afirma?), apenas veo los que me sugiere GMail, y quitando los anuncios patrocinados en los resultados de la búsqueda de Google (que claro, van con fondo amarillo y siempre en primera posición) no veo los que aparecen en la barra lateral de la derecha.
Por otra parte, los banners ruidosos de las páginas menos serias, esos que te animan a beber más cervezas que un tipo gordo, o a hacer más flexiones que un fortachón o a intentar sacarle una foto a una chica saltarina en un gimnasio, son anuncios anti-clic. Es que, en realidad, amigo publicista, NO quiero hacer clic. Esa es mi venganza por molestarme de manera tan poco sutil.
Pero está claro que la publicidad es negocio en Internet. Que los anuncios de Google sean ubicuos y que no hayan desaparecido en este tiempo sólo puede significar una cosa: que funcionan. Lo cual me deja a mi como miembro del 1% de los raritos...
¿Y vosotros qué? ¿Hacéis clic en en los anuncios? ¿Os mola la publicidad en vuestros mensajes de correo o en mitad de un artículo? ¿O preferís en cambio comentar entradas relacionadas con la publicidad ;-)?
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