martes, noviembre 11, 2008

Imagen fotoquímica o imagen digital

logo_obrasocial2_esp Hoy he asistido Ayer asistí a una mesa redonda titulada "Imagen fotoquímica / Imagen digital: los caminos de la renovación" (más información aquí), en el CaixaForum de Madrid. El trasfondo de la mesa era dialogar sobre la forma en que las nuevas tecnologías afectan a la labor del cineasta.

El impacto de las nuevas tecnologías en el proceso de creación audiovisual está en todas partes. Nuevas herramientas, medios de distribución potentes y gratuitos, y un fácil acceso a medios de grabación permiten a cualquier persona crear y comunicar su obra. En definitiva, las nuevas tecnologías han democratizado todo el proceso de creación audiovisual, y lo han acercado a cualquier persona, y en concreto en el objeto de la charla: un móvil.

picasso_selfport1907 ¿Se puede crear cine con un móvil? Debemos tener cuidado al contestar esta pregunta, porque estamos hablando de una herramienta, no del objeto creador. Una buena raqueta no hace a un jugador de tenis mejor tenista. Como en cualquier actividad artística, existe una faceta mecánica, que permite conocer las técnicas (color, composición, carboncillo, estereotomía...) y una faceta de genialidad, una especie de conocimiento innato que transforma al aprendiz de técnicas en un genio. Es la genialidad de Dalí, de Picasso, de Miguel Ángel o de Aleixandre. Es esa especial sensibilidad y sentido hacia la expresión de un ideal de belleza.

¿Y entonces? Entonces, la democratización de los medios, de las herramientas y de las técnicas no implica ni mucho menos la democratización de la genialidad. Cualquiera puede filmar un corto con un móvil. Muy pocos conseguirán crear una genial obra de arte con él. No estoy diciendo que no se pueda, pero sí que es necesario conocer, cómo no, las características peculiares de la herramienta, sus técnicas y aprovecharlas para transmitir lo bello (sea la que sea la definición de belleza) de una forma... genial.

nokia-n95Sin embargo, sí veo un aspecto positivo que le da toda la validez a esta multiplicación casi milagrosa de cámaras de vídeo ubicadas en prácticamente cualquier dispositivo móvil, y es que estadísticamente la probabilidad de que algún genio encuentre la manera de expresarse por medio de estas nuevas herramientas aumenta considerablemente (aunque también la cantidad de obras con mayor o menor valor, pero prefiero no pensar en ello).

Leí en algún sitio que cuando uno se enfrenta a una obra de arte, existen dos "niveles", el nivel del espectador/lector y el nivel de la obra. Si el nivel de la obra sobrepasa al del espectador/lector, éste no saldrá satisfecho de ella, y tampoco lo hará si el nivel de la obra es inferior a sus expectativas. Después de haber visto los cortos mostrados (presentados en el festival Punto de vista de Pamplona), me pregunto si será que no estoy suficientemente preparado para apreciar la belleza de esas obras, o si será que están tan abajo de lo que esperaba que he salido defraudado.

En mi caso, creo que es esto último. Sin embargo, me gustaría conocer vuestra opinión. ¿Crees en la democratización del arte? ¿Qué aspectos negativos y positivos ves en ello? ¿No crees que, por ejemplo, el hecho de poder filmar horas y horas de vídeo sin ningún coste implica que el artista pueda exigirse menos a la hora de realizar su obra, que la piense menos?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo la sensación de que todo lo que lleve la palabra "Democracia(tización)" ha de ser bueno y si alguien se atreve a oponerse a ello, los Reyes Magos solo le traerán carbón.

Pero... creo que el cine no es el medio, aunque el medio influya en el cine. El cine es un arte, y como tal, evoluciona. Imagínate esto mismo, cuando hubo el cambio del cine mudo al cine sonoro. Muchos habrían pensado que eso "ya no era cine", que "usando sonidos el director no tenia que pensar tanto en la expresividad de los personajes..."

Wilsoke dijo...

@miriam Estoy de acuerdo en lo que dices. Pero creo que la introducción del sonido (como cualquier cambio) supuso una nueva forma de expresión más, no una sustitución. De hecho, el cine ya no es sólo mudo, ni tampoco sólo sonoro. Los nuevos cineastas obtuvieorn dos recursos: el sonido y el silencio. Lo bueno es que con la evolución, el arte crece y se enriquece. Lo que sí creo es que el acercamiento de todo ello al común de los mortales (y el más común, yo mismo) no lo transforma en artista. Creerme tal sería un insulto hacia los que trabajan duro como auténticos artistas (sea buscando la expresión silenciosa o la riqueza sonora). Y se me ocurre ahora pensar sobre la educación en la sensibilidad artística, que creo que vamos perdiendo, pero no ahondaré más, que esto es sólo un comentario (!).

Anónimo dijo...

¿Y por qué no piensas igualmente que el hecho de grabar con el movil puede formar parte del contenido; igual que el sonido? Por ejemplo, para una peli de espías.

Wilsoke dijo...

@miriam ¡Por fin un@ pesadísim@ en mis comentarios! ;-) Me parece que el móvil es otro medio más, con sus técnicas, sus peculiaridades, su utilidad, su significado... y en ese sentido, me parece que puede ser tan artístico como cualquier otr. Pero con lo que no estoy de acuerdo es que el hecho de tener un móvil te convierta en artista. Con todos mis respetos para los creadores, quitando uno de ellos, los demás no me parecieron más que pasear un móvil por aquí y por allá, y venderlo como arte :-S

Anónimo dijo...

Volvemos a lo mismo:

Claro que tener un movil con camara no te convierte en un cineasta.

Y tener una 35mm si?

¿Qué te convierte en cineasta?

*Miri saca a Nietzsche y lo abre por la primera página: El nihilismo.

Wilsoke dijo...

@miriam Tener una 35mm tampoco te convierte en un artista, de hecho ayer se comentó que se han hecho auténticas porquerías con una 35mm. Sin embargo, una 35mm no estaba al alcance de cualquiera. Ahora, sin embargo, cámaras de vídeo, móviles, reflex digitales... están a la orden del día y al alcance de cualquiera. ¿Que te convierte en cineasta/artista? Introspectre abre "El Discreto" de Gracián y contesta: genio e ingenio... Técnica y genialidad.