Trabajé el aire
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvió silencio.Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz
ahondé el misterio.Para nada, ahora,
para nada, luego;
humo son mis obras,
cenizas mis hechos....Y mi corazón
que se queda en ellos.
Ángel González
2 comentarios:
chiqui es muy pesimista este poema, no? me ha recordado a blas de otero ¿te sientes asi? yo me pregunto a dónde irán nuestras obras pero confio en que, como la energía, se transformen. Niñooo que le falta luz y color a tu blog! cuéntame...
Sin ánimo de parecer borde, creo que hay caminos que uno debe recorrer, vivirlos, abrazarlos, sentirlos... Luego ya se verá... Muchas gracias...
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