domingo, octubre 12, 2008

Por qué blogueo

Hace poco que escribo este blog. Aunque la primera entrada la escribí el 25 de noviembre del 2005, no llevo ni un año en serio con él. Ahora que leo de nuevo esa entrada, siento un poco de vergüenza, qué le voy a hacer. Quizá tenga que ver con que nunca estoy satisfecho del todo con las cosas que hago (ser perfeccionista es lo que tiene), o con que es a la vez una presentación y una reflexión casi superficial, forzada, sin intención clara, sin mensaje, sin forma y sin enjundia (es mi post y lo critico como quiero, ¡estaría bueno! :-), o que a pesar de todo, no me reconozco en lo que digo. Que he cambiado. Sí, es eso seguro. Tiene que ver con que he cambiado.

En todo caso, la entrada forma parte de mi pasado, de ése que era yo en aquel invierno de hace tres años, y ahora no voy a cometer el error de renegar de él, que sería lo mismo que renegar de mí, de extirparme una parte de mi vida. ¿Errores? Todos, así es el camino. Sea.

Pero me estoy desviando.

Digo todo esto porque llevo unos días dándole vueltas a una pregunta, aparentemente sencilla y casi fútil. Imagino que antes o después todo el mundo se ha hecho la misma pregunta. Por qué blogueo.

2316338825_d1fbe70046 Por qué. Por qué casi un año escribiendo con cierta frecuencia (que no constancia). Por qué no escribirlo en un cuaderno, por qué no en la moleskine que me acompaña casi constantemente, como una segunda memoria, mucho más fiable que la mía, no cabe la menor duda. Por qué compartirlo. Por qué no dejarlo. Por qué continuar.

Creo que la primera respuesta, aún siendo la más directa, es también la menos procedente: porque quiero, porque decido hacerlo. Pero es una respuesta que sólo desplaza el interrogante de una pregunta a otra, esto es, de "por qué lo hago" a "por qué quiero hacerlo".

Una pista me la dio Banyú.

Vives como piensas, piensas como escribes, escribes como lees.

(por cierto, no os perdáis su blog).

Para pensar, primero debe uno articular el pensamiento. Los que decidimos en su momento dedicar nuestra vida a ser y ejercer de ingenieros informáticos, sabemos por experiencia que hay problemas que son en apariencia tremendamente complicados de resolver. Mentalmente los "giras", los "descompones" en sus partes, analizas las relaciones entre ellas o buscas patrones en sus propiedades, siguiendo una línea de pensamiento guiada más por intuiciones e imágenes difusas que por palabras o conceptos claros.

Igualmente, sabemos que una manera estupenda de resolver un problema que se resiste pasa por contárselo a alguien. Es posible que no llegues a contárselo del todo: la solución aparecerá probablemente antes de que llegues a preguntarle cómo lo resolvería. El método funciona porque te obligas a transformar esa secuencia de intuiciones en una secuencia de palabras: ordenas tus ideas, las estructuras, les das forma para que otro pueda entenderlo. Y en ese proceso, el que acaba entendiendo el problema eres tú mismo.

Así que primera tentativa: blogueo porque comunicar mis pensamientos me ayuda a entenderlos, y en última instancia, a entenderme a mí. Y vivir en consecuencia.

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También blogueo porque tiene un aspecto práctico interesante: es una forma muy cómoda de consolidar mucha información encontrada por ahí, algunos pensamientos propios y quizá alguna idea, nunca original sino copia y combinación de otras. No hay que olvidar que caminamos sobre hombros de gigantes. El caso es que es una forma grata de registrar todos esos enlaces, videoclips, imágenes, citas, y textos varios en un sitio. Miento. Vilmente. No es el único sitio, pero es el único sitio en el que existe audiencia a la que todo eso puede resultarle (espero) útil.

Blogueo porque es una forma de salir de mí, de dejar de ser yo, de abandonarme, y de ser mis palabras. Porque las emociones hay que transformarlas en acción, sobre todo las dañinas, las tóxicas. Los hay que lloran, que gritan, que sacuden un saco colgado del techo, o que hablan sin parar. Otros corren sin saber muy bien a dónde, o ríen compulsivamente, o gesticulan, o la toman con alguien que no tiene la culpa de nada sólo porque es más débil. Otros, los de la familia, la toman con un cojín...

— You know, you know what I do when I'm mad, Paul? I hit a pillow. Just hit the pillow. See how you feel.
— There's you fuckin' pillow.
— Feel better?
— Yeah, I do
— Good

Una terapia peligrosa (Analyze this)
Lo siento, no lo encontré en español :-(

Y blogueo porque alguien me escucha, claro está. Clamar en el desierto está bien, pero está mejor si alguien te escucha —una instancia de mi teoría acerca de la no existencia de lo bueno y lo malo, sino de lo bueno y lo mejor. Una teoría que no siempre ha soportado los envites de la realidad tanto como a mi me hubiera gustado—. No seré yo quien diga que blogueo sólo por los que me leen (que es verdad, pero no toda la verdad) ni quien diga que blogueo sólo para mi (que es verdad, pero no toda la verdad). Eso sí, cuando dudo acerca de seguir escribiendo o no, me doy una vuelta por el feedburner o por los Analytics de Google y veo si alguien sigue ahí. A todos, gracias.

Perdone el lector esta nueva alusión [al autor], con la cual a un tiempo sufre mi modestia y se siente halagada mi vanidad.

La tesis de Nancy
Ramón J. Sender

[Así, entre nosotr@s, ahora que nadie nos oye, me resulta extraño, curioso como poco (y a la vez halagador) que haya gente que esté interesada en lo que yo tenga a bien contar, pero la prueba está ahí: efectivamente ¡hay alguien que escucha!. De nuevo, gracias].

brain-small Blogueo porque me costó entender que las ideas no nacen de un cerebro pensante, aislado del mundo que intenta asir, sino en la constante interacción entre distintas mentes. El progreso no es el resultado espectacular e inmediato de un esfuerzo individual, sino la propiedad emergente de la unión de muchas otras mentes, de la fusión de los pensamientos de muchas personas, y que avanzan lentamente en una especie de evolución darwiniana de las ideas. Mi blog, fuera de toda presunción, es también mi grano de arena en ese proceso: el canal por el que lo escrito por mí llegue acaso a sacudir alguna neurona. Por lo mismo, intento leer otros blogs y sacudir las mías, cada vez con más voluntad aquellos que son personales, las ONG de los blogs...

Blogueo porque como ser humano soy también ser social (ya lo dijo el de Estagira), y sociedad es comunicación. Hablo, escribo, leo, escucho... Ahora también posteo, twitteo, flickeo, onceocheo, blippeo, lasteo, strandeo y alguna cosa más. Blogueo porque es otra forma más de expresarme.

Blogueo, en definitiva, porque me busco.

 

Más información sobre las imágenes haciendo clic sobre ellas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que haya un sólo blogger que no se identifique aunque sólo sea en parte con esta magnífica reflexión que has hecho en voz alta. Muchas gracias por compartirla.

Anónimo dijo...

[Suspiro]

No sé que decirte. Me has contagiado las ganas de reflexion...

Wilsoke dijo...

@banyuken Gracias, Banyú
@miriam Reflexiona, reflexiona ;-) y luego nos cuentas :-)