viernes, junio 13, 2008

Mirar mejor

— Pero ¿quién tenía razón? ¿Quién tiene razón? ¿Quién se equivocó?— pregunté desorientado.

— Todos tenían razón, todos se equivocaron.

— Pero vos —dije casi a gritos, en un ímpetu de rebelión—, ¿por qué no tomáis partido? ¿Por qué no me decís quién tiene razón?

Guillermo se quedó un rato callado, mientras levantaba hacia la luz la lente que estaba tallando. Después la bajó hacia la mesa y me mostró, a través de dicha lente, un instrumento que había en ella:

— Mira —me  dijo—. ¿Qué ves?

— Veo el instrumento, un poco más grande.

— Pues bien, eso es lo máximo que se puede hacer: mirar mejor.

El Nombre de la Rosa
(Tercer día, nona, hacia el final)
Umberto Eco

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