martes, junio 17, 2008

Posibles posibles

En aquel momento comprendí cómo razonaba mi maestro, y me pareció que su método tenía poco que ver con el del filósofo que razonaba partiendo de primeros principios, y los modos de cuyo intelecto coinciden casi con los del intelecto divino. Comprendí que, cuando no tenía una respuesta, Guillermo imaginaba una multiplicidad de respuestas posibles, muy distintas unas de otras. Me quedé perplejo.

—Pero entonces —me atreví a comentar—, aún estáis lejos de la solución...

—Estoy muy cerca, pero no sé de cuál.

—¿O sea que no tenéis una única respuesta para vuestras preguntas?

—Si la tuviera, Adso, enseñaría teología en París.

—¿En París siempre tienen la respuesta verdadera?

—Nunca, pero están muy seguros de sus errores.

—¿Y vos? —dije con infantil impertinencia—. ¿Nunca cometéis errores?

—A menudo —respondió—. Pero en lugar de concebir uno solo, imagino muchos, para no convertirme en el esclavo de ninguno.

Me pareció que Guillermo no tenía el menor interés en la verdad, que no es otra cosa que la adecuación entre la cosa y el intelecto. Él, en cambio, se divertía imaginando la mayor cantidad posible de posibles.

El Nombre de la Rosa
(Cuarto día, vísperas, hacia el final)
Umberto Eco

Y ahora, amig@s informátic@s (y los que no lo sean también), ¿seguiremos tirándonos de cabeza a la primera solución que encontremos para un problema? ¿Creeremos que tenemos LA solución, o mejor UNA solución? ¿Será mejor elaborar un conjunto admisibles de posibles soluciones, de posibles posibles?

"Thinking please, thinking..."

No hay comentarios: