miércoles, junio 11, 2008

Decidir

No siempre a uno le gusta hacer lo que debe hacer. Decidir, elegir en cada pequeño instante de entre todas las posibilidades que se nos ofrece, eso es precisamente vivir. La frase no es mía. El Maestro Ortega ya dijo el siglo pasado que vivir es decidir el paso qué nos mantendrá vivos. No nos damos cuenta, pero lo hacemos constantemente. En cada milésima de segundo, nos vemos en la disyuntiva, en la encrucijada de caminos, ante la duda, evaluando cada alternativa, cada rama. Sólo que no nos damos cuenta. Un paso nos levanta, un paso nos viste, un paso nos alimenta, un paso nos hace avanzar, otro nos hace retroceder, uno nos lleva lejos de donde estamos, otro hace que demos vueltas sobre el mismo sitio.

Cada una de esas decisiones nos mantiene vivos, aunque la gravedad de tomar una u otra no influye significativamente en nuestra vida, en la manera en la que vivimos. ¿Tomaré un café o será té? ¿Voy hoy casual o será mejor ir más formal? ¿Qué línea tomo, la 8 o la 10? ¿Qué tarea haré primero? ¿Iré hoy a comer con los compañeros? ¿En el comedor o fuera? ¿Qué restaurante? ¿Pagaré con tarjeta o saco dinero del cajero? ¿Termino esto o lo dejo para mañana? ¿Procrastino con esta página, con este blog, con este twitter o me dedico a mi? ¿Hablo o callo?

Otra sin embargo, son determinantes para seguir vivos. Algunas tan determinantes que ni siquiera suponen un problema, porque todas las alternativas quedan descartadas inmediatamente. Simplemente no las haces. Si las haces, tu vida corre peligro. Y de esa forma, nadie se pregunta si meterá los dedos en el enchufe, o si debería dar el último paso en el abismo de los railes del metro, o si debería comer una tajada de pescado que tiene el mismo color que una lechuga. Salvo los suicidas.

Y sin embargo, la vida a veces te plantea ciertas decisiones para la que no hay camino claro, ni fácil. El Manual de la Vida (en su trigesimosexta edición ya) termina con ellas. Sólo las presenta, las comenta superficialmente y termina ahí. No hay más capítulos, no hay más secciones. El índice no tiene ninguna entrada, la tabla de contenido se rompe y queda en voladizo.

Esas decisiones reciben en psicología un horrible nombre, que poco ayuda: conflictos de atracción-repulsión. No me gusta la palabra repulsión... Pero me estoy desviando del asunto. Es la decisión que te plantea cruel e inmisericorde, y en la que todos los caminos terminan en desfiladero, la misma Vida. Es la decisión que nunca querrías tomar. ¿A quién quieres más? ¿A mamá o a papá? ¿Con qué arma desea batirse? ¿Sable, florete o arma de fuego? ¿A cuál de tus dos hijos salvarías si tuviera que morir el otro? ¡No quiero!

Soy una duda gigante, una interrogación, un tal vez, un quizás, un no sé, un no sé cuánto. Y con el paso del tiempo maduro, envejezco y a hostias aprendo. Duele pero aguanto. Y desconfío de aquellos que lo tienen todo más claro que el agua, ¡qué miedo!, ¡qué espanto! Hipócritas falsos. Que yo prefiero dejar el desierto repleto de huellas, errores y aciertos, buscando...

Y la crueldad se mide en los inexistentes caminos de salida, en los senderos imposibles. Te recorre el ánimo la martilleante sensación de qué da igual el rumbo que elijas porque no hay soluciones de compromiso, no hay ideas felices. Por algún sitio rompes, la Vida sabe. Por algún sitio quiebras, por algún lado mueres.

A veces creo que la Vida te lo da todo cuando naces, y a medida que creces, te lo va arrancando poco a poco con dolorosos bocados. No es que sea malo, ni bueno. Es. Quiero creer que es cierto eso que dicen de que con cada cincelazo, la Vida te quita un pedazo, pero también te va haciendo. Espero que sea eso... Los mordiscos tienen desde la forma más ingenua, porque los Reyes no son tan Magos como uno pensaba, hasta la más cruel, quitándote sin que quieras a quien no debería de tu lado, sin explicaciones.

Y escoges. Ese mordisco, esa sonrisa de la que sabe que las tenía todas ganadas antes siquiera de empezar la partida...

No me conformo con media verdad, ¿qué mentira cochina será si me leo el sumario?. Quiero saber que hay debajo de sus limpias togas, juzgar a los jueces que a mi me juzgaron, y no sentirme culpable de todo, de nada me sirve saber si está bien o es pecado. Si la intención era buena me basta, yo dicto mi propia sentencia, y estoy perdonado.

Pero yo, yo no he sido. Yo, yo no he sido. Yo no he sido, yo.

Y cargas con la decisión, porque no puedes coger el tallo de la libertad sin la flor de la responsabilidad. Y a hostias aprendes. Y admites todas las maldiciones que la gente te quiera echar. E incluso, como si eso ayudara, tomas también las que no son tuyas. Y das por bueno el sufrimiento que te mata, y el que diste, y a la vez que te quema te va reconstruyendo, porque no queda más remedio. Porque la Vida, inconsciente, sigue su camino, y en él tú.

Y tengo clara tan sólo una cosa en la vida, que tú fuiste la mía y te he deseado, que tú viniste a llenar de ilusión esta casa que fue tuya y fue mia aunque yo vuelva llamando. Si no me quedo jugando contigo y echando una siesta a tu lado y me marcho volando es porque las despedidas me matan y llevo en el coche colirio, me sueno y arranco.

Y arranco, y ardo con él como si fuera un fénix, y empiezo mil veces el camino. Levanto anclas, suelto amarras y echo la vela al viento. Y me llevo el pasado, con el corazón deshecho, con los jirones colgando de los recuerdos y el dolor en cada paso. Y cualquier cosa te trae su aroma, y en todas partes ves sus ojos, y los números ya no son lo mismo, y las calles están vacías y la risa recuerda. Y recuerdas. Y cada recuerdo es alfiler invisible y dañino, y sin embargo es una pluma que te acaricia y no quieres quitarla porque morirías en ella, y no quieres dejarla clavada porque te está matando.

Hay en el fondo del mar una llave que esconde la frase prohibida que nunca te canto. Y por respeto a la Vida le cedo mi asiento al Amor y la Muerte y me alquilo un palacio: cuarenta metros cuadrados con dos balconcitos por donde las musas se cuelan volando. Comparto mi habitación con el barrio y serás, ¿cómo no? la más vip de mis invitados.

Y crees que no hay amarras, que las anclas están fuera del agua, que el viento que llenó la vela te llevará a nuevas aguas, quién sabe si mejores o peores, nuevas. Pero no miras al frente, con las manos en el timón como el pirata que soñaste de pequeño, con los ojos oscuros y tristes puestos muy lejos del horizonte que adivinabas, de espaldas a él. Y miras y quieres alegrarte de que no hay cabos ni sogas, que zarpaste.

Pero entornas lo ojos... y las ves... ahí... Cables y áncoras que te atan, no a tu barco, sino a ti mismo como extensiones de tu propia piel, de tus ojos, de tus manos de todo tu. Y no quieres cortarlas, ¡no puedes! ¡Son tú eres ellas! ¿Quién quiere suicidarse? Aun así sacas fuerza que no tenías, y coraje que perdiste, y lloras eterno, y cada lágrima es aquel alfiler, todas las lágrimas, y con sus hojas afiladas cortas mientras gritas. Cortas y mueres.

Mueres, si acaso para nacer de nuevo, intentarlo.

Por eso, amig@s, final del capítulo I.

Pregunta de psicólogo: "¿no te das cuenta de que le estás echando la culpa a la Vida, a tú Vida, algo que tu mente crea para que no te enfrentes de verdad a ti mismo? Debes coger tu vida por el mango y decidir lo que...".

Pare. También decidí ahí.

Yo, yo no he sido. Yo, yo no he sido. Yo no he sido, yo.

Está claro que ya no puedo escuchar a Tontxu...

7 comentarios:

Wilsoke dijo...

Las citas son precisamente la canción de Tontxu... Como es de justicia dar el crédito a la obra de uno, lo hago aquí ahora.

Indye_ dijo...

Que grata sorpresa leerte! Ahora sólo una duda, ayer al leerlo me entró la nostalgia de escuchar a ese cantautor compañero de viaje desde hace años pero para mi vergüenza no consigo centrar las citas :(

Wilsoke dijo...

Hola patricia. Pues la canción se llama "Yo no he sido"... Sorprendentemente, es verdad que la letra no aparece por internés en ningún sitio (yo al menos no la he encontrado en matrix). Puedes escucharla en Central Musical (es la pista 16). happy weekend.

Wilsoke dijo...

Al final me he picado, y he encontrado la versión que más me gusta, también en Central Musical (pista 15).

Indye_ dijo...

Gracias!! Cómo voy a encontrar la letra si ese es el único disco que no tengo :-(, apuntado en la lista. Disfruta del finde tu también! :-)

Indye_ dijo...

ups, ha salido a la venta ya?...

Wilsoke dijo...

@Indye_ Revisando los comentarios, me he dado cuenta de que no te contesté... No tengo ni idea...